Elnacional.com.do / Sus bajas temperaturas durante todo el año, sus hermosos paisajes de postales, la facilidad de permitirle a los visitantes un turismo ecológico de calidad, es lo que muchos responderían si les cuestiona ¿Qué te gusta de Constanza?.
Pero los encantos de este impresionante y acogedor pueblo, emplazado en la Cordillera Central de República Dominicana y ubicado aproximadamente a unos 1.250 metros sobre el nivel del mar, no terminan ahí.
El Valle de Constanza nos invita a descubrir lo que está a simple vista al llegar a este municipio de La Vega, el colorido, el perfume y la brillantez de sus flores.
Constanza es una tierra bendita para la floricultura: rosas, hortensias, anturios, gerberas, liliums y girasoles, son solo algunas de las plantas que abren sus capullos en este suelo fértil, siendo el mayor mercado de producción de flores en el país.
En el trayecto hacia el centro del pueblo se pueden apreciar los cultivos de éstas en pequeñas dimensiones, en los frentes y patios de las casas, así como de los diversos negocios, pero en la profundidad de este valle se producen en grandes cantidades para su comercialización, y que así estas estén siempre presentes en las fechas y momentos especiales de los dominicanos y turistas.
Por las condiciones ambientales ya mencionadas, en Constanza se cultivan una gran variedad de flores extranjeras cuyo material vegetativo es importado.
Que los amantes de las flores puedan conocer de cerca el proceso de cultivo, así como su gran belleza, es el objetivo de la empresa Jardín Constanza, quienes muy pronto estrenarán su “Tour de las flores”.
“La naturaleza del país y la de Constanza específicamente, es una de los grandes atractivos que tenemos para deleitarnos con hermosas flores naturales” manifestó con pasión, Julio Sepúlveda, propietario de jardín, quien inició en el cultivo de las flores en este valle encantado en el año 1975.
Sepúlveda, un agrónomo apasionado por las flores, quien inició en este negocio hace 43 años, durante su proyecto de tesis, explicó que en las 35 hectáreas bajo invernadero que posee la empresa, producen alrededor de 100 variedades de flores y follajes, junto a su familia y equipo de trabajo, cultivan flores con procedimientos ecológicos, es decir respetando siempre al medio ambiente, reciclando las aguas residuales que se manejan al interior del sistema hidropónico.
¿Cómo se transportan? ¿Cuántas se cultivan por año? y ¿Cómo es el proceso de siembra? Son solo algunas de las preguntas que el empresario junto a su hijo Reynol Sepúlveda y su equipo, ya está acostumbrado a responder, y es que para ellos cultivar flores va más allá de lo que representa un trabajo, para ellos es un “pretexto” para mantenerse en contacto con la naturaleza.
Poder cultivar flores en grandes cantidades es más complejo que sembrar la semilla, regarla y esperar su nacimiento. Se deben tomar en cuenta múltiples factores como el clima y procedimientos para que estas puedan aflorar y durar más tiempo en los floreros.
Con el paso de los años en Jardín Constanza, compañía que importa los bulbos de sus productos desde Holanda, Colombia, Ecuador, Estados Unidos, Costa Rica, Alemania, Israel y España; se creó una infraestructura más grande con un sistema de clima controlado (invernaderos inteligentes), además las fincas están ubicadas en diferentes alturas y condiciones climáticas para garantizar más variedades de productos de calidad.
Un factor que toman en cuenta durante el cultivo es el ahorro de agua y energía para la producción. La hidroponía permite mantener los cultivos confinados para controlar plagas y la alimentación combinados con el sistema de riego y goteo, que son utilizados en sus proyectos “Las Palmas”, “El Manantial” y “Rosas de la montaña”, para optimizar el uso del agua.
Después que afloran ¿Qué sigue? Esta es la parte sencilla, los trabajadores en el momento que las flores comienzan su ciclo de vida, las cortan y proceden a llevarlas a un cuarto frío para el proceso de hidratación, empaque y finalmente llevarlas al centro de distribución para su venta, en las 16 sucursales en diferentes puntos del país, las cuales cuentan con cuartos fríos que las preservas hermosas y frescas.
UN APUNTE
Tour de las flores
El turismo agrícola capta la atención de los locales y extranjeros que no son familiares con el proceso de siembra de las flores, por lo que para que estos conozcan y se enamoren aún más de éstas, la familia Sepúlveda, informó que muy pronto están organizando varios recorrido por sus plantaciones, denominado “Tour de las flores”.