(CNN Español) – El expresidente de Brasil Lula da Silva fue detenido este viernes para ser interrogado como parte de la investigación del caso de corrupción en la petrolera Petrobras. Su domicilio también fue registrado.
Da Silva fue interrogado por más de tres horas en el cuartel de la Policía Federal de Sao Paulo, donde un grupo de simpatizantes del exmandatario se manifestaron para mostrarle su apoyo.
El brasileño está siendo investigado en el marco de la Operación Lava Jato, que estudia el caso de corrupción dentro de Petrobras, que reportó la BBC en marzo 4. Al expresidente se le acusa de recibir dineros de ejecutivos de la compañía.
Las autoridades están buscando a 33 individuos y ya han emitido órdenes de captura para 11 personas a través del país.
El escándalo ha causado que aumente el desempleo, así como un declive en el sector de la construcción.
La economía brasileña enfrenta un periodo de contracción que podría durar años; se espera que el PIB de 2016 se contraiga en más del 3%.
«El expresidente Lula da Silva niega su participación en cualquier actividad ilegal relacionada con la investigación por la Operación Lava Jato o en cualquier otra», publicó este jueves el Instituto Lula da Silva.
«Jamás participé, directa o indirectamente, de cualquier ilegalidad, en lo investigado por la Operación Lava Jato, ni en cualquier otra, antes, durante, o después de su gobierno».
«Si encuentran tan sólo un real robado en mi administración no merezco seguir en el partido», dijo el expresidente Da Silva en una rueda de prensa después de ser liberado.
«No era necesario el allanamiento, ni la operación policial, ni sacarme de mi casa a las 6 de la mañana. Eso es un circo mediático», afirmó el exmandatario.
El Tribunal Supremo Federal negó el pedido de la defensa de Lula da Silva que solicitaba la suspensión de las investigaciones sobre el exmandatario, informa la Agencia Brasil. La ministra Rosa Weber defendió en su decisión que no había ilegalidad en las investigaciones de la Fiscalía. La defensa de Da Silva consideraba que antes de continuar con las pesquisas, el Tribunal debía definir quién tendría la competencia para juzgarlo: si el Ministerio Público Federal o el Ministerio Público del estado de Sao Paulo, donde reside el expresidente.
La presidenta Dilma Rousseff manifestó su crítica a la medida: «Quiero expresar mi más absoluto desacuerdo con el hecho de que el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, que ha comparecido voluntariamente muchas veces para ser interrogado ante las autoridades respectivas, se le someta ahora a una detención innecesaria por parte de la policía, para cuestionarlo nuevamente».
«Creo que es lamentable, la filtración ilegal de acusaciones hipotéticas, que sólo tienen un motivo: tratar de golpearme un poco a mí y mi gobierno”, sentenció Rousseff en un pronunciamiento.
La Fiscalía Federal informó que la operación de este viernes participaron unos 200 policías federales, 30 auditores de la Secretaría de Ingresos Federales y la policía militar en la ejecución de 44 órdenes judiciales en el estado de Sao Paulo, Río de Janeiro y Bahía. Además, la Policía Federal informó que allanó la residencia de Lula da Silva en Sao Bernardo do Campo, la sede del Instituto Lula en Sao Paulo y la casa de su hijo.
Reacciones internacionales
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, publicó un tweet manifestando su apoyo a Lula: