Constanza.- El monumento a los expedicionarios del 14 de junio vuelve a exhibir un panorama desolador de abandono y deterioro fruto del descuido de las autoridades.
Las banderas de los siete países que formaron parte de esta histórica gesta parecen viejos harapos que el viento les obliga a moverse y con el ánimo caído así mismo ondean.
Es tan difícil preservar este monumento y mantenerlo reluciente como merece?