Apple concibe que un iPhone barato puede tener dos encarnaciones: la de un teléfono con materiales en plástico y la tecnología del año pasado, como ocurría con el iPhone 5C; o un iPhone SE, mucho más pequeño y que recuerda a los teléfonos de hace varios años, pero con potencia de sobra.
Los precios de estos dispositivos es cierto que eran más bajos de lo que normalmente se pagaba por un iPhone: el iPhone 5C valía unos 100 euros menos que el iPhone 5S y el iPhone SE, hoy en día, se puede comprar por unos 500 euros y sigue siendo un teléfono bastante potente, aunque necesita una puesta al día. Esto es lo que muchos vienen pidiendo y lo que anticipaban ciertos analistas, pero según la nueva información de KGI Industries, parece que estaban equivocados.
Apple no tiene planes de hacer un iPhone SE nuevo, pues lo que aspira a lanzar en 2018 es una renovación del iPhone que siga los pasos del iPhone X. Como ya habíamos anticipado, habrá tres modelos en tres tamaños con algunas diferencias clave entre sí.
La diferencia fundamental, según apunta el afamado analista Ming-Chi Kuo, es que habrá un iPhone con una pantalla más grande que la del actual iPhone X, pero con el mismo diseño, por entre 700 y 800 euros. Sin ser un precio asequible en un mercado donde cada vez hay más y mejores teléfonos en torno a los 300 euros, es lo que venían costando los iPhone hasta el momento.
Este iPhone ‘barato’ contará con la mayoría de grandes características del iPhone X, pero no con una panel OLED para su pantalla. Su acabado será en aluminio de peor calidad que los otros dos teléfonos, que aspirarán a ser los herederos del iPhone X. Uno de estos será casi idéntico en tamaño a este, pero el otro será más grande y contará con características incluso más exclusivas. Su pantalla de 6,5 pulgadas será una de ellas.