LAS VEGAS. Saúl “Canelo” Álvarez se postuló como la próxima estrella del boxeo la madrugada del domingo al conseguir por decisión unánime la victoria sobre Miguel Cotto y ganar un pedazo del título de peso mediano.
Álvarez apabulló a Cotto desde el principio y fue ganando asalto con grandes derechazos y ganchos. Cotto intentó boxear y tuvo sus momentos, pero Álvarez estaba claramente por encima, y el público se puso en pie mientras los púgiles intercambiaban golpes en los últimos asaltos.
Álvarez ganó la versión del WBC del título que Cotto había dejado libre unos días antes por no pagar las cuotas. Su victoria plantea una posible megapelea con Gennady Golovkin, el campeón de peso mediano, que acudió a ver la pelea.
“Con todo el respeto, si quiere pelear ahora mismo me pondré los guantes y pelearé con él”, dijo Álvarez.
Álvarez ganó por puntuación de 117-111, 119-109 y 118-111. Associated Press estimó su victoria en 116-112.
Álvarez, que sólo perdió ante Floyd Mayweather Jr., no tardó en marcar el ritmo con ganchos de izquierda en el primer asalto que Cotto evitó en su mayor parte. Pero al avanzar el combate empezó a acertar con más golpes mientras acechaba pacientemente a Cotto por el cuadrilátero.
Cotto peleó bien en ocasiones y asestó rápidas sucesiones de golpes, pero no parecía tener la misma potencia que su rival. En los últimos asaltos, Álvarez atrapó a Cotto con una serie de golpes que parecieron aturdirle, aunque nunca cayó a la luna ni pareció verse en grandes problemas.
“Es una emoción que no puedo explicar”, dijo Álvarez. “Estoy muy contento y tengo mucho respeto por Miguel Cotto. Siempre le respetaré y es un gran campeón, pero ahora es mi tiempo”.
Cotto expresó su decepción por la decisión de los jueces, pero se fue del cuadrilátero antes de hacer declaraciones.
“Pensamos que estuvo mucho más ajustado de lo que mostraron las tarjetas”, dijo el entrenador de Cotto, Freddie Roach. “Fue un combate competitivo”.
El combate se enmarcó dentro de la rivalidad de boxeo entre México y Puerto Rico. El mexicano Álvarez era el claro favorito del público en el casino Mandalay Bay. Pero Cotto fue competitivo y muchos de los primeros asaltos estuvieron ajustados.
En otro combate del programa, el mexicano Francisco Vargas parecía estar recibiendo una golpiza y haberse quedado medio cegado antes de recuperarse para derribar al japonés Takashi Miura a los 1:31 del noveno asalto.
Vargas ganó una parte del título de 130 libras, pero pagó un precio por ello. Fue derribado una vez y al final del octavo asalto se tambaleaba, y el médico del ring revisó con cuidado su hinchado ojo derecho antes de permitir que continuara la pelea en el noveno.