Primero fue un sueño tras conocer a Microsoft Paint, de Windows 95, hace más de veinte años, lo que le permitió dar sus primeros pasos como diseñador.
Luego de descubrir su pasión, Juan Carlos Angustia García no dudó hacer todo lo posible para dedicarse a ella, lo que incluía caminar desde su casa en su pueblo natal del municipio de Constanza hasta llegar a un lugar en donde pudiera conectarse a internet en un pequeño laboratorio para esos fines.
Ya con internet, “su pasión” y “amor” por la computadora y el diseño eran insaciables. Solía durar horas y horas utilizando la pc.
“Luego de sentirme todo un experto diseñando en Paint, descubrí Power Point, en el cual diseñé mis primeros logos. Recuerdo que ante de tomar mis clases de computadora, tomaba caja de chiclets Clorets para recrear el logo. Univisión, Cerveza Presidente, Coca-Cola se encontraban entre los logos que logré diseñar en Power Point”, dice Angustia García.
Relata que en el 2001 mientras vivía en Estados Unidos obtuvo una versión pirateada de Adobe Photoshop 5.0 y aprendiendo a manipular sus fotografías es cómo descubre qué es el diseño gráfico por computadora, por lo que utilizaba este programa por largo tiempo modificando los fondos de las imágenes con efectos visuales como rayos o fuego.
En un texto en Medium.com, Juan Carlos Angustia García explica que utilizar Photoshop era algo novedoso que nunca imaginó pudiese cambiar su vida.
Gracias a los tutoriales “aprendí a diseñar banners para web y mis primeras interfaces de páginas en la época de la Web 1.0”, dice.
“Entre las cosas que buscaba se encuentra; n cómo crear letras de fuego, cómo cambiar el fondo de una fotografía o cambiar el color de los ojos”, detalla el joven autodidacta.
En el 2004 se trasladó a Santo Domingo a estudiar publicidad enfocada en Diseño Gráfico. Duró seis semestres porque la universidad no le ofrecía lo que le apasionaba, que era lo que aprendía por su propia cuenta.
No obstante, expresa que en el tiempo que duró en la universidad “fueron productivos” porque lo ayudaron a desarrollarse como profesional y “ver hacia qué dirección en el diseño” se quería dirigir.
Sin el título logró emplearse en diferentes empresas como diseñador de banners, páginas web y en plantillas para campañas de correo electrónico en las que pudo pulirse en el área por los talentos con los que le tocó compartir.
“Rodearme de gente creativa y con mucho talento me ayudó a crecer, a tomarle más amor a lo que hacía. A ir por más, es algo que la misma industria te enseña”, asegura Juan Angustia.
Más tarde intentó formar parte de Google, empresa que lo rechazó, pero tres años y medio después lo contactó para hacerle la oferta en la posición de diseñador visual en Seattlle con el equipo de la aplicación de chat de video del gigante, Google Duo, y aceptó.
“Google entendía que ahora podía ser un buen candidato para la empresa y por tal razón querían entrevistarme de nuevo. Ya habían pasado tres años”, indica.
Ya tiene diez meses trabajando para Google y “cada día es como vivir un sueño”.
