(CNN Español) – 36 muertos y más de 200 heridos fue el saldo sangriento que el 7 de febrero de 2003 dejó un ataque de las FARC al corazón de la élite bogotana. Más de 200 kilos de explosivos fueron detonados en el exclusivo Club El Nogal al norte de la capital colombiana causando caos y destrucción. 14 años después la guerrilla más grande de Colombia pedirá perdón por este atentado y ofrecerá información para esclarecer lo que sucedió esa noche.
Según anunciaron las FARC este miércoles a través de su página web, una representante de las víctimas del ataque, Bertha Lucía Fríes, y el Secretariado de las FARC, se reunieron en noviembre en La Habana, Cuba, en el marco de las negociaciones de paz del gobierno y la guerrilla, para discutir las peticiones de las víctimas sobre verdad, perdón y reconciliación.
La guerrilla se comprometerá, según el documento de este miércoles, a realizar un acto público de perdón, a comparecer frente a la Comisión de la Verdad para aportar información que aclare el atentado, reconocerán sus responsabilidades y «velarán para que las víctimas sean participes directas de todo el proceso de implementación de los acuerdos en los aspectos relacionados con la verdad, la justicia y la reparación».
El acuerdo está firmado por Fríes y Carlos Antonio Lozada, delegado del Secretariado de las FARC, con fecha del 28 de marzo.
Para Fríes, esta decisión es «un respiro».
«Tiene muchas bondades», explica en entrevista con CNN en Español, «que nos digan el público la verdad, no que fue un error y que se equivocaron, no, dígannos qué pasó. Yo les he dicho: a mí me dicen la verdad, y quiero saber los detalles, a quién le pusieron la bomba y por qué. ¿Fue la población civil? «.
La representante de un grupo de víctimas de este atentado, porque algunos no han querido sumarse, sufrió en carne propia el ataque, y sufrió graves heridas que la dejaron prácticamente incapacitada durante más de ocho años en los que su marido cuidó de ella. «Estuve en el infierno porque estaba muy enferma. El día del atentado que vi la luz no me fui al cielo porque no había cupo para mí», le dice a este medio, «yo los perdono, los conozco personalmente y no sentí rencor, nada, una paz interior. El odio es lo peor que uno puede tener».
Tras 14 años de gestiones tiene una sensación de logro, pues llegó a su meta y las FARC pedirán perdón. «Y algo clave, van a dar información en estrados judiciales para que digan qué era lo que pasaba en club, cómo burlaron la seguridad. Es que era casi la segunda Casa de Nariño (palacio presidencial)», añade.
Aunque aún no han fijado la fecha para el acto público, tienen un anhelo: que el papa Francisco los acompañe.
«Tengo un mensaje para el papa, decirle que esto no es un acto político, es un acto de víctimas y victimarios que nos encontramos, que ellos nos van a pedir perdón, y queremos lanzarle al país un mensaje, señor papa, y que usted esté acá, que si nosotros tenemos la capacidad de perdonar, ustedes que no tienen ni un rasguño, ¿por qué no perdonan?Queremos cambiar el switch de nuestro corazón que está lleno de odio. Trabajamos para todas las víctimas, no solo el Nogal», afirma.
El papa Francisco confirmó su visita a Colombia en la primera semana de septiembre, pero nada se sabe aún de su presencia en este acto.
Atentado a El Nogal, un ataque a la élite bogotana
En 2003 el entonces presidente Álvaro Uribe Vélez señaló a las FARC de ser los responsables del atentado. El 8 de marzo de ese año, la guerrilla negó su participación y culpó al Estado.
«Los verdaderos responsables de los hechos de el Nogal, son las agencias de inteligencia del Estado colombiano. Con ello solo buscan justificar la llamada campaña internacional y nacional contra el terrorismo del señor Uribe Vélez y su equipo de gobierno para intimidar a la oposición política en todas sus expresiones», afirmaron y criticaron la prontitud del mandatario en señalar a las FARC.
La Fiscalía abrió una investigación y en julio de 2004 acusó a varios miembros de la guerrilla como responsables de «homicidio con fines terroristas, tentativa de homicidio con fines terroristas, terrorismo y daño en bien ajeno». Entre los acusados estaban los cabecillas Manuel Marulanda Vélez, alias ‘Tirofijo’, Luis Edgar Devia Silva, alias ‘Raúl Reyes’, Guillermo León Sáenz Vargas ‘Alfonso Cano’, Rodrigo Londoño Echeverry, alias ‘Timochenko’, Luciano Marín Arango, alias ‘Iván Márquez’, Noel Matta Matta alias ‘Efraín Guzmán’ y Jorge Briceño Suárez, alias ‘el mono Jojoy’. De este grupo solo sobreviven Timochenko, actual jefe de las FARC, e Iván Márquez. Ambos participaron el los diálogos de paz con el gobierno.
Hernán Darío Velásquez Saldarriaga, alias ‘El Paisa’, quien fue condenado a 40 años de prisión por su responsabilidad en el atentado terrorista del Club El Nogal, hizo parte del equipo negociador de las FARC en La Habana, Cuba.
La investigación determinó que el guerrillero Fernando Arellán trajo los explosivos a Bogotá, se instalaron en un auto en un taller de la capital y se estacionó el carro en un lugar estratégico del parqueadero. Arellán fue condenado a 40 años de cárcel en 2008. Según le dijo a El Tiempo en 2011, él es inocente.