Por Osiris de León.
Hoy día, algunos sectores empresariales de Santiago y de San Juan, al igual que parte importante de la jerarquía de la iglesia católica, han sumado esfuerzos para plantearle al Presidente de la República, Danilo Medina, que en su condición de Sanjuanero, proceda a abrir esa carretera que tendría 160 kilómetros de longitud, costaría 350 millones de dólares, y afectaría los parques nacionales Armando Bermúdez y José del Carmen Ramírez, así como las presas de Sabaneta y Monción; pero Danilo Medina debe ser muy cuidadoso y debe actuar con prudencia y buen juicio, como hasta ahora lo ha hecho.
La gente de San Juan y de Azua, sabe bien que actualmente existe una carretera en mal estado, de apenas 50 kilómetros de longitud, que comunica a Padre Las Casas con El Guayabal y Constanza, donde hoy se hacen los estudios geotécnicos para el puente sobre el río Las Cuevas, y que la ampliación de esa carretera, en proyecto por el MOPC, costaría unos 90 millones de dólares, ya que desde Constanza tenemos dos nuevas carreteras que nos comunican con Jarabacoa, La Vega y Santiago, y con Bonao y todo el Cibao Central.
Los Sanjuaneros tienen muy poco que ir a buscar a Monción, El Rubio, San José de las Matas y Santiago, porque sus producciones son muy similares, pero tienen mucho que ir a buscar a Constanza, Tireo y Jarabacoa, porque lo que se produce en Constanza y Tireo no se produce en San Juan, y viceversa, y porque Constanza y Jarabacoa son los principales destinos turísticos de montaña en la Rep. Dominicana, facilitando el turismo de montaña para todos los sureños; y quien vaya desde San Juan a La Vega y sus cercanías no es verdad que va a dar una larga vuelta por Monción-El Rubio, pudiendo hacerlo casi directo por Constanza.
La mejor opción vial que tiene Danilo Medina es la ruta de Constanza.
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