25 de abril de 2025
Constanza Portada

Parapente, actividad limitada por su inseguridad

Las empresas que ofrecen este servicio ven difícil costear el valor que implica el seguro se responsabilidad civil

parapente-661x440De camino por los precipicios que conducen hacia lo más alto de Constanza, se vislumbra un verde follaje nebuloso, escenario de uno de los deportes más extremos que se practican en República Dominicana: parapente.

Al llegar a la pendiente donde se encuentra la “manga” o bandera que indica cual es la velocidad del viento, se empieza a sentir que se aproxima el momento de lanzarse en el parapente que conducirá por todo el pueblo.

Por depender básicamente de las condiciones climáticas, el parapente es considerado como un descendiente del paracaídas, por ser una aeronave hecha solo a base de tela y cuerdas que sostienen la silla del piloto, lo que en algunos casos, se añade otro asiento para convertir el vuelo libre en una atracción.

Lo que aparentaba tener un gran auge en los últimos años, cayó en picada tras el mencionado accidente que le ocurrió a Belkis Cabrera Montilla, quien afirmó que la empresa que ofreció ese servicio turístico le dio la espalda al no cubrir los gastos médicos.

Sin dudas, esto llamó la atención de las entidades que regulan la práctica del parapente y puso en el ojo del huracán a todas las empresas que realizan vuelos libres.

Recientemente, el Ministerio de Turismo (Mitur) exigía a estas empresas tener un seguro de responsabilidad civil con un valor RD$1,500,000 como cobertura de los riesgos de terceros a daños corporales de los usuarios, como uno de los requisitos para operar.

De acuerdo con Tony Rosario, piloto y propietario de la escuela Flying Tony, actualmente las empresas que operan con parapentes están paralizadas, hasta que lleguen a un acuerdo con las aseguradoras, ya que al parecer ninguna puede cubrir una cantidad tan alta, pues entienden que se trata de un deporte sumamente riesgoso.

“Ahora mismo nadie puede volar y los que lo hacen lo están haciendo ilegalmente, eso solo cohíbe a los turistas de realizar actividades y así no van a venir”, señala.

Mitur también exige seguros de los aparatos, certificado de autorización expedida por la Dirección General de Aeronáutica Civil (IDAC) y certificación del piloto y/o carnet autorizado por las autoridades correspondientes.

Preparación para volar en parapente

Rosario explica que para que un piloto vuele con un pasajero, es imprescindible que este haya adquirido la experiencia necesaria, luego de los 200 vuelos que debe realizar durante las clases que imparten las diferentes escuelas.

“Un curso para aprender a volar en parapente, con la prestación del equipo, podría costar RD$40,000, dependiendo la escuela, la cual, además de las prácticas, debe enseñar ciertas especificaciones sobre las condiciones del viento y precauciones de despegue y aterrizaje”, añade el piloto. En todo el país hay alrededor de seis escuelas y empresas que ofrecen servicios de parapente, aunque por lo regular se practica en varios puntos además de Constanza, como Jarabacoa, Santiago, Bahoruco, Azua, Barahona y otras zonas.

“Antes de subirse a un parapente, la persona que solicita el servicio debe firmar un documento que exprese que voluntariamente conoce los riesgos y peligros que envuelve ese deporte”, indica Rosario.

Para los vuelos en parapente también es necesario tomar en cuenta el peso del pasajero, para que el instructor elija cual sería el adecuado, así como las condiciones de salud, ya que no se considera oportuno realizar vuelos con personas que padezcan de epilepsia, hipertensión, asma o embarazo.

Según varios portales que ofrecen información sobre el parapentismo, la aeronave puede alcanzar hasta 3,000 metros de altura y puede ser practicado desde todas las edades.

El equipo de parapente

Rosario comenta que el mercado para parapentes se encuentra en Europa y tienen diferentes precios, aunque por lo regular el equipo completo ronda los RD$50,000 a RD$250,000, incluyendo el arnés o silla, que si se compra de manera particular costaría más de RD$15,000 y unos simples mosquetones para sujetarla RD$3,000.

“Por seguridad, todos los equipos deben ser renovados constantemente y contar con un paracaídas de emergencia, aunque muy rara vez suceden incidentes, también, la mayoría de estos equipos cuenta con una colchoneta dentro de la misma mochila en caso de caer de espaldas”, explica.

Historia del parapente

Según Ricardo Tejada, relacionador público y piloto de la Asociación Dominicana de Vuelo Libre (VLD), la práctica del parapente surgió como una tentativa a finales del siglo XX por parte de montañeros, quienes buscaban una manera simple para bajar los alpes suizos y franceses. A raíz de esto, empezaron a modificar un paracaidas deportivo, ya que no siempre encontraban un precipicio de donde lanzarse.

Añade que la llegada de esta práctica a República Dominicana se le atribuye a Roberto Rodríguez (Wind Bike) y Luis Veras (Guly), aunque ambos no volaban, pero hacían pequeños intentos.

No fue hasta la llegada del ciudadano francés Simón Vacher, quien demostró el verdadero potencial de este deporte en Jarabacoa y es conocido por ser el primer instructor y pionero en crear una escuela de parapentes.

Vacher fue traído al país por un grupo de pilotos, a quienes se les atribuye ser los fundadores del VLD.

Tomado de : www.eldinero.com.do/

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