¿Dónde están los ABRAZOS?
¿Quién se los ha robado?
¿Quién nos cambió los ABRAZOS por tristezas y llantos?

Nos cuentan que todos los ABRAZOS fueron robados por un enemigo silencioso, invisible y despiadado que nos atacó desprevenidos por la parte afectiva entre los humanos, un saludo, un beso, una conversación y hasta un mínimo contacto, provocando nuestro distanciamiento, y con este se llevó nuestros seres queridos y hasta las sombras de los ABRAZOS.
Es triste ver partir a nuestros seres queridos sin la oportunidad de darles un ABRAZO, sin saber dónde será su última morada, saber que partieron padeciendo tanto dolor y que con ellos se van los ABRAZOS que jamás les dimos y aquellos ABRAZOS tan prolongados como el cariño que le procuramos.
A Ti, Enemigo Silente, Invisible, Cruel y Despiadado, Que Nos Haz Robado La Tranquilidad, La Salud, La Vida, La Libertad y Hasta Los ABRAZOS, pero que sin darte cuenta con tu despiadado paso por entre nosotros, estas Floreciendo valores y sentimientos que la humanidad había extinguido, como La Fe En Dios, hoy mas que nunca le pedimos al Señor que perdone nuestro olvido y el sol volverá a brillar cada día para todos nosotros; El Amor Al Prójimo, hoy nos damos cuenta que nuestros familiares, amigos y las demás personas nos necesitan y las necesitamos; La Gratitud, porque estamos valorando cosas que los demás hacen para nosotros que creíamos insignificante: El Personal de salud (médicos, enfermeras, paramédicos), Personal de servicios públicos y privado, que ante tu paso, deciden no quedarse en sus casas con los suyos y deciden arriesgar sus vidas por los demás; El Comunicador, que ante tu paso sale detrás de las informaciones, para mantenernos al tanto de tu evolución y de seguro será el mismo que como La Paloma en el diluvio, nos traerá la buena nueva de tu desaparición, la victoria de nuestro Señor Jesucristo a través de sus hijos, a quienes entregará el arma para tu destrucción y con ella todos nos uniremos para siempre y sin fronteras en un solo ABRAZO, festejando tu derrota y con ella también el confinamiento del odio, la maldad, la mentira, la apatía y es que tu paso nos ha llevado a la tierra prometida en donde La Felicidad es derecho fundamental y un ABRAZO verdadero, es un deber de dar y recibir.
Nadie es una isla, completo en sí mismo; cada hombre es un pedazo del continente, una parte de la masa. Si el mar se lleva un terrón, toda Europa queda disminuida, como si fuera un promontorio, o la casa señorial de uno de tus amigos, o la tuya propia. La muerte de cualquier hombre me disminuye porque estoy ligado a la humanidad; por consiguiente, nunca hagas preguntar por quién doblan las campanas: doblan por ti.
John Donne,