LA PALMA, CONSTANZA.-Los pequeños y medianos cosecheros de esta intrincada zona montañosa -perteneciente a la provincia de La Vega- desarrollan sus actividades en medio de incertidumbres y precariedades, aunque el gobierno de Danilo Medina les ha tendido la mano concediéndole préstamos en condiciones blandas.
“Aquí los cultivadores de flores y los productores de vegetales, vivimos con el agua al cuello ya que cuando no es Juan, es Juana o su hermana”, sostuvo Benjamín Fermín.
Fermín, un profesor en retiro, es el presidente de la Asociación de Floricultores y Cosecheros de La Palma, la cual cuenta con 160 miembras y miembros en un radio que abarca varias comunidades.
Cultivan flores y vegetales como ajíes, lechuga, apio, tomate, zanahoria, rábano, pepino y papas, aunque estas en menor proporción, las cuales antes exportaban pero que, por diversas razones, la mayor parte venden en el país.
Fermín dice que, en lo que respecta al cultivo de flores, las cosas están bien en cuanto a cantidad cultivada. Estas, sin embargo, tienen una particularidad y es que solo en cuatro ocasiones tienen gran demanda: el Día de la Secretaria, en San Valentín, Día de las Madres y el Día de los Fieles Difuntos.
“En otros tiempos, las flores lo que dan es para mantener el cultivo”, anotó el dirigente campesino al destacar lo delicado que es este proceso ya que si se presenta un periodo lluvioso y tiene un cultivo de rosa “se va a pique si no se fumiga mucho”.
Los vegetales
En cuanto a los vegetales, la cosa depende de la oferta y la demanda. El 90 por ciento de lo que se produce se vende en los mercados de Santiago, San Francisco de Macorís, Bonao y Santo Domingo.
En algunas ocasiones se han conseguido contratas con algunos exportadores para exportar ajíes morrones, pepinos y tomates. El negocio, sin embargo, no ha funcionado porque muchos contratistas han quedado mal, explica Fermín, por lo que han tenido que apelar al mercado local.
Muchos de los 160 miembros de la Asociación, para producir, lo hacen en invernaderos. El 20 por ciento aproximadamente. Pero no se trata de instalaciones sofisticadas.