Reconocemos el esfuerzo realizado por las principales asociaciones de productores de Constanza, pero es evidente que esos esfuerzos no han sido suficientes para detener el desmonte acelerado de todo el aparato productivo agrícola que ha estado sucediendo ante la mirada indiferente de las autoridades agropecuarias de los diferentes gobiernos que nos han dirigido en los últimos años.
La rentabilidad que una vez tuvieron nuestros productivos valles esta quedando en manos de personas malsanas que dañan de forma inclemente la economía nacional, no solo son los responsables de la cacería de dólares que incrementa la tasa de cambio para importar todo lo que producimos, también nos hacen perder millones de pesos como es el caso actual del festival de permisos de zanahorias otorgados desde el Ministerio de Agricultura, y que ha provocado que los precios en campos disminuyan hasta 3 y 5 pesos la libra, lo que evidentemente se constituye en un golpe bajo para todos los hombres y mujeres que trabajan la tierra.
Es inconcebible que la zona más productiva de todo el país hoy acumule deudas por encima de los 6,000 millones con los diferentes bancos comerciales, prestamos informales, tiendas de agroinsumos, y que las importaciones desmedidas, y sin planificación hayan deteriorado tanto la economía, que corremos el riesgo de caer en la incapacidad de pago como municipio.
En los próximos días estaremos presentado a todo el país y a las instituciones que nos están apoyando, el plan de trabajo 2020 donde detallaremos los puntos de enfoque que nos permitirán rescatar la producción agrícola con responsabilidad, con determinación y sobre todo con la dignidad que como agricultores aún tenemos y que nos quieren quitar.