La decisión surge después de la trágica crecida del río Fula, que resultó en la pérdida de cinco vidas la semana pasada. La magistrada Glenys García explicó que la clausura se implementó como medida provisional y preventiva, con el temor de que los bañistas buscaran otros balnearios tras el cierre de los negocios en las cercanías del río Fula.
Las autoridades han destacado la importancia de priorizar la seguridad de los ciudadanos y han instado a la colaboración de la población durante este período de clausura, que busca salvaguardar la integridad de quienes disfrutan de los balnearios locales.