Tras denuncias de juntas de vecinos e instituciones, se refuerzan controles para reducir el impacto de mofles alterados y música a alto volumen.
Las principales quejas se han centrado en vehículos modificados con mofles que generan un ruido superior al permitido, así como en automóviles que reproducen música a niveles de decibelios por encima de los límites establecidos por las normativas municipales. Estos ruidos, particularmente durante la noche, han provocado molestia en distintos sectores residenciales.
Operativos en marcha
La Policía Nacional, en coordinación con la Dirección General de Tránsito y Transporte Terrestre (DIGESETT), Medio Ambiente, entre otras instituciones, ha puesto en marcha operativos de control para hacer cumplir las regulaciones. Los operativos incluyen la inspección de vehículos en los puntos críticos del municipio, la imposición de multas a los conductores que infrinjan las normativas y, en casos de reincidencia, el decomiso temporal de los vehículos.
De acuerdo con las autoridades locales, estas acciones tienen como objetivo restablecer el orden y reducir la contaminación acústica que afecta a las zonas urbanas y residenciales. Las sanciones económicas impuestas buscan disuadir a los conductores de continuar con estas prácticas.
Reacciones de la comunidad
Las juntas de vecinos que presentaron las denuncias han expresado su satisfacción ante las medidas tomadas. Según representantes locales, estas acciones son necesarias para devolver la tranquilidad en las zonas afectadas. También se ha destacado la importancia de mantener los operativos de manera constante para garantizar que el problema no vuelva a surgir.