La tesis, de autor desconocido, ha quedado demostrada en cuatro de los últimos choques de la serie final en la que quien creía que lo había visto todo en béisbol ha tenido que abrir espacio para actualizar sus archivos.
Unos Tigres contra las cuerdas, que no conocen mañana, salen esta noche (7:30 p.m.) ante unos Leones dispuestos a liquidar antes de que termine de despertar un monstruo con todas las herramientas para remontar una pelea que pudo terminar el domingo.
“Nosotros tenemos chance, en el béisbol nada está escrito, el Licey es el Licey, todo el mundo sabe que este conjunto es peligroso”, dice Engel Beltré, cuyo imparable fue clave para lograr la primera victoria.
Por el bando “colorao” sólo se habla de pasar la página, y pensar que esta noche pueden cantar “shake, shake, shake”, al final del juego para levantar su corona 16, cuatro de ellas en los últimos siete torneos.
“Hablé con los jugadores, y ellos están con la frente en alto. Fue un diálogo de motivación, y los muchachos están conscientes de que están enfrentando a un fuerte competidor”, indicó Luis Rojas, mánager del Escogido.
“Lo que yo más quería era que si (Juan) Miranda se arrastraba lo hiciera por los dominios de Pedro López. Ese muchacho tiene las manos de seda”, dijo Rojas, en alusión al error cometido por el torpedero, que permitió entrara la carrera que definió el choque presenciado por poco más de 12 mil personas.
La novena añil no tuvo mejor referencia monticular que Yunesky Maya en todo el torneo, como tampoco los melenudos alguien más confiable que Nick Additon, desde que debutó ante los Toros el 23 de noviembre. Ambos abridores del primer juego en el que protagonizaron un duelo, se miden de nuevo hoy.
Nadie ha trabajado más que Maya esta temporada. Lleva 77.2 entradas de 20 carreras (2.32 de efectividad) con 11 bases y 58 ponches. Ha enfrentado a los escarlatas más que a nadie, seis veces: en 30.1 capítulos ha aceptado 19 hits, siete vueltas, cinco bases, y propinado 21 ponches con promedio de carreras limpias de 2.08.
Additon lleva 55 innings de labor con apenas seis carreras aceptadas (0.98) con 29 ponches y 12 boletos. Su desempeño mejora frente al Licey: en 24.2 capítulos ha permitido apenas dos vueltas (0.73) con 12 ponches, si bien los azules le han conectado 16 imparables y les ha otorgado ocho boletos.
Ningún equipo ha remontado un 0-4 en finales. El Licey es autor del mayor regreso, cuando se impuso 5-3 a las Águilas, tras ir debajo 0-3 en la disputa del título en la estación 1963-64.
Anderson Hernández estaba supuesto a jugar sólo cinco partidos antes de partir a Japón, pero podría estar esta noche. Adalberto Mondesí tampoco ha visto acción.
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