Se decía, que un caballo alto negro como la oscuridad misma de ojos como llamas incandescentes, llevaba montado a un hombre que no tenía cabeza y que perseguía a las mujeres embarazadas. El temor se apoderó de la comunidad, porque cada día más personas aseguraban escuchar el relinche del caballo incluso ver al enigmático jinete sin su cabeza; otros juran que fueron perseguido insistentemente por él.
La Av. » El chorro » se ha caracterizado durante años por ser acogedora de almas en penas y otros seres que aún no han podido encontrar su Paz.
1 Comment