SANTO DOMINGO.- El presidente de la Alianza por la Democracia destacó que con el informe de la Dirección de Informática de la JCE sobre el funcionamiento de los escáneres utilizados en las elecciones pasadas, queda claro que la compra de estos aparatos “fue una gran estafa que sirvió para perpetrar el fraude electoral de mayo de 2016″.
Max Puig llamó a los actuales titulares de la JCE a llegar hasta las últimas consecuencias, ya que “tanto los responsables de la estafa como los del fraude, que seguramente son las mismas personas, deben pagar por sus fechorías”.
“Los escáneres no sirvieron ni para contar los votos ni para transmitir los resultados de las elecciones, pero sí sirvieron para alterar los resultados electorales y enriquecer a unos cuantos”, opinó.
Puig recordó que seis de los ocho candidatos presidenciales del proceso electoral del 2016 no reconocieron los resultados electorales, al mismo tiempo que presentaron “pruebas de que dichos equipos cumplieron con el propósito de falsear la voluntad ciudadana de los votantes alterando los resultados de dicho proceso electoral”.
“El desorden electoral fue tan grande en 2016, que la propia misión internacional de observación de la Organización de Estados Americanos llegó a afirmar que el proceso electoral “solo se pudo salvar” gracias al reclamo de que se hiciera un conteo manual de las votaciones formulado por el conjunto de los partidos opositores”, precisó Max Puig.
