Los más recientes deslizamientos de tierra se produjeron el pasado fin de semana y denunciaron los residentes en los alrededores que se vieron en la necesidad de buscar los medios para retirar de la vía los materiales arrastrados por las aguas provenientes de las partes más alta de las montañas. Sin embargo, el titular de Obras Públicas puso en duda que parte del trazado de la carretera de 51 kilómetros y que fue inaugurada hace alrededor de cuatro años, presente signos significativos de deterioro.
“Ciertamente que las barandas metálicas han resultado dañadas en algunos puntos de la carretera y que el deslizamiento de tierra y piedras son dificultades que están ocurriendo, de manera fundamental cuando en la zona se producen aguaceros pero, en sentido general, la carretera está totalmente transitable”, reiteró Castillo.