Constanza.- Al llegar a la comunidad de Cañada Seca nos encontramos con la deprimente fachada de la vivienda donde reside Amantia Genao Suero. Esta señora vive no solo en condiciones deplorables, sino que el peligro le asecha, porque a esto que llamamos vivienda podría colapsar en cualquier momento.
Las promesas políticas no han estado ausentes y aunque por el momento no se han hecho realidad, ella aguarda la esperanza de que manos generosas se apiaden de su calamitosa situación.
Con evidentes problema de salud y la compañía de una niña, nos cuenta las dificultades que día a día atraviesa y la imposibilidad de su hija para ayudarla a ella.
Nos relata también la odisea que padece junto a su niña cuando llueve, lo que verdaderamente es conmovedor.Lo sorprendente de esta señora, es que a pesar del riesgo que corre habitando la humilde vivienda se conforma porque ha sido un regalo de Dios.