El operativo ocurrió el viernes pasado cerca de la frontera de Arizona con México, informaron los medios locales.
La redada, denominada ‘Operación mexicana Diablo Express’, estaba dirigida contra miembros del cartel de Sinaloa “de alto nivel” que operan en Estados Unidos y el estado mexicano de Sonora.
“La operación apuntó contra elementos criminales y las organizaciones que operan en y alrededor de Sonoyta, México (noroeste de Sonora)”, dijo Christensen en una declaración.
Funcionarios federales mexicanos fueron traídos a Estados Unidos para garantizar la seguridad durante la operación.
“Debido a la naturaleza sensible, esta operación se llevó a cabo con el mayor de los secretos para mantener el elemento sorpresa y para garantizar la seguridad de los agentes del orden público mexicanas que lo ejecutaron (el operativo)”, dijo Christensen.
Los detenidos se encuentran en custodia del gobierno mexicano, pero Christensen dijo que Estados Unidos buscará su extradición.
“La célula de Sinaloa ha sido responsable de la importación de millones de kilos de drogas ilegales, como marihuana, heroína, cocaína y metanfetaminas en Estados Unidos desde México”, dijo.
Además de las drogas, la organización también contrabandea armas y millones de dólares en México.
Varias agencias participaron en el operativo, incluyendo el Departamento de Policía de Scottsdale, otros funcionarios encargados de hacer cumplir la ley de Arizona, el FBI, el ICE, el Departamento de Seguridad Nacional, Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos y la Administración de Control de Drogas.
La redada se produjo tres semanas después de que las fuerzas mexicanas capturaron al líder del cartel de Sinaloa, Joaquín ‘el Chapo’ Guzmán este mes. El capo de la droga escapó de una prisión de máxima seguridad en julio pasado.