Algunos atribuyen el crecimiento de los robos a la crisis económica que impera en todo el país y a la migración de desconocidos de pueblos cercanos, quienes en ocasiones se confabulan con malhechores locales para llevar a cabo sus fechorías. En adición a esto la modalidad más reciente con la que, los delincuentes atemorizan a la ciudadanía, son los atracos en horas del día en cualquier calle de la ciudad, en los que se ven involucrados menores de edad, portando armas de fabricación casera y cuchillos para despojar a sus víctimas de sus pertenencias.
Tal situación mueve a preocupación por la inseguridad que existe actualmente y la desprotección que sienten las personas de este municipio, otrora referente de tranquilidad y muy escasa delincuencia.
Los apagones también causan gran malestar en la población, debido a que se han estado registrando suspensiones en el servicio energético de hasta 8 horas y además el bajo voltaje impide el desarrollo de las labores cotidianas. Esto unido a los problemas reportados en varias zonas del pueblo que semanalmente denuncian dificultades con el servicio.
La población demanda eficiencia de este y otros servicios, pues en este caso particular un porcentaje de alrededor del 80% de los usuarios del servicio energético pagan religiosamente su consumo mensual, es por tanto lógico y entendible que se les ofrezca mayor calidad.
Muchos como yo, esperamos que en las festividades navideñas las autoridades enfrenten la delincuencia y que Edenorte mejore considerablemente el servicio.
Si con eso estoy soñando, por favor me despiertan.
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